No sé lo que hace falta para crear una gran historia de amor. ¿Es la atracción inmediata cuando el chico conoce a la chica? ¿Los besos apasionados y el final de cuento de hadas? ¿O se trata de toda una vida de tragedia, pagado por adelantado, por unos momentos robados de felicidad pura? ¿El dolor y el sufrimiento que, al final, se puede decir que valen la pena por haber encontrado la pieza que falta a tu alma?
La respuesta es: no lo sé. No sé lo que hace falta para crear una gran historia de amor. Sólo sé lo que compone mi historia de amor. Sólo sé que encontrar a Cole cuando lo hice, cuando Emmy y yo huíamos de una pesadilla, fue lo único que me salvó. Que nos salvó.
Él estaba más roto que yo, pero de alguna manera reunimos los pedazos rotos del otro y los unimos. Si eso es lo que hace falta para crear una gran historia de amor, si eso es lo que hace falta para crear un romance épico, entonces la mía… la nuestra es la más grande de todas.
**Contiene material que algunos pueden encontrar perturbador. No se sugiere para lectores menos de 18 años**
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